Durante la decimotercera sesión ordinaria, el órgano legislativo debatió y aprobó una propuesta del Ejecutivo que comprendía también al grupo Shene, facción armada formada dentro del Frente de Liberación Oromo, aunque presuntamente opera de manera autónoma desde 2018.
En los últimos años, el TPLF (siglas en inglés) y Shene perpetraron múltiples ataques en varias regiones del país contra la población civil, propiedades privadas y la infraestructura pública, según acusaciones del Gobierno.
Sus acciones, con el objetivo de debilitar y poner en peligro la existencia de la nación, han provocado muertes y desplazamientos de inocentes, además de socavar la confianza de la población en muchas localidades, señala la argumentación del dictamen parlamentario.
Los miembros de la Cámara observaron varias pruebas documentales de los crímenes y los calificaron como actos terroristas dirigidos contra la integridad del país, además de considerarlos violatorios de los derechos humanos.
En noviembre pasado, el TPLF atacó a la Fuerza de Defensa Nacional para desestabilizar la región norte primero y luego el país, lo que conminó al primer ministro, Abiy Ahmed, a ordenar una ofensiva militar para expulsarlo de Tigray e iniciar más tarde el restablecimiento del orden constitucional.
De acuerdo con la decisión del Parlamento, la designación de las dos organizaciones ayudará a Etiopía a trabajar con la comunidad internacional, en virtud de los acuerdos firmados, para prevenir el terrorismo.
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