En declaraciones a medios de prensa locales, el alcalde del área de Katsina Alá, en el central estado de Benue, Alfred Atera, manifestó que en esa área resultaron abatidos unos 100 pobladores por los ataques de grupos de hombres armados.
Las embestidas contra comunidades, realizadas por pastores, en las localidades de Jos North y Riyom, en el estado de Plateau, provocaron, por otra parte, el deceso de otras 16 personas, precisaron fuentes gubernamentales.
En Nigeria, sobre todo en el suroeste y centro, son frecuentes los enfrentamientos intercomunitarios, los cuales provocan cada año cientos de muertos y heridos, y cuantiosas pérdidas económicas por el robo de ganado, granos y destrucción de plantaciones agrícolas.
Hacia zonas sureñas y del centro de este país africano, el más poblado de África con más de 200 millones de habitantes, en los últimos tiempos se desplazaron numerosos pastores, expulsados de áreas norteñas en medio de la violencia desatada por el grupo radical islámico Boko Haram.
Tal situación causó un aumento de la competencia entre productores agrícolas y criadores de animales por el control de zonas de pasto y de cultivo, en detrimento de las reservas forestales, las cuales son ocupadas.
Dentro del territorio nigeriano existe una creciente inseguridad, por las embestidas de bandas armadas y grupos radicales como Boko Haram y entes escindidos del Estado Islámico.
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