Cientos de miles de los llamados ‘Dreamers’ vuelven a quedar ante un futuro incierto tras la decisión del juez Andrew S. Hanen, del Distrito del Sur de Texas, quien, sin embargo, no ordenó la cancelación inmediata del programa aprobado por el presidente Barack Obama, aseguró este viernes el diario La Opinión.
Obama creó a DACA para proteger de la deportación a los inmigrantes que llegaron al país cuando era niños y el mismo incluye a cerca de de 650 mil indocumentados, que están en el centro del debate de la reforma migratoria y fueron objeto de constantes ataques especialmente durante la administración de Donald Trump.
La demanda sobre la presunta ilegalidad de DACA fue interpuesta por los estados de Texas, Alabama, Arkansas, Kansas, Louisiana, Mississippi, Nebraska, Carolina del Sur y Virginia Occidental, estados con gobernadores o fiscales generales republicanos.
Aunque el presidente Joe Biden no se manifestó hasta ahora, los analistas consideran que la decisión judicial limita sus opciones de conseguir el apoyo necesario en el Congreso para lograr su objetivo de brindar a millones de inmigrantes un camino a la legalización.
Se espera que el gobierno de Biden apele el fallo, y a menos que el Congreso intervenga con un remedio legislativo, es casi seguro que la legalidad final de DACA será decidida por la Corte Suprema, valoró hoy el diario The New York Times.
Muchos de los beneficiados por la orden presidencial ahora manifiestan incertidumbre y señalan que ‘están frustrado por todo el sistema’.
Señaló el Times que Biden avanzó en el fortalecimiento del programa DACA en su primer día en el cargo, y en ausencia de una reforma migratoria integral, la idea de extender un camino a la ciudadanía a los jóvenes inmigrantes inscritos atrajo el apoyo público bipartidista.
La sentencia también representa un nuevo e importante reto para Biden en su intento de conseguir apoyo en el Congreso para su ambicioso plan de reforma migratoria que permitiría que hasta 10 millones de inmigrantes más vivan legalmente en el país.
Alrededor de 250 mil niños nacidos en Estados Unidos tienen al menos un padre inscrito en DACA, y alrededor de 1,5 millones de personas aquí viven con un beneficiario del programa.
rgh/lb