Esta mezcla de pasado y futuro encuentra uno de sus puntos más representativos en el Templo de Sensoji y la Torre de Tokio, cuyas historias enamoran a quienes visitan una urbe idónea para conducir a lo extraordinario, incluso en una época tan insólita como la que vivimos.
El Templo de Sensoji, conocido también como Asakusa Kannon, encierra los aires más antiguos de la capital japonesa, mística que atrae constantemente a miles de personas ansiosas por recorrer sus instalaciones.
Reconocido como uno de los lugares espirituales más visitados del planeta, el sitio rinde tributo a la deidad Kannon Bosatsu (Avalokiteśvara), el misericordioso regente del nirvana y el Bodhisattva de la compasión.
El templo principal y una pagoda de cinco pisos conforman el complejo religioso, cuya leyenda se remonta al año 628 cuando dos hermanos descubrieron una estatua dorada de Kannon en el río Sumida, y a pesar de devolverla a su lugar, la efigie regresaba constantemente a ellos.
Este suceso marcó sus inicios, ya que el jefe de la aldea Asakusa decidió convertir su propia casa en un santuario para albergar la figura y alentar a los lugareños a adorarla, mientras los años siguientes marcaron el crecimiento del lugar.
Aunque, lamentablemente, gran parte del complejo Sensoji fue destruido durante los ataques aéreos de la Segunda Guerra Mundial, el santuario fue completamente reconstruido y ahora se considera un símbolo de renacimiento y paz.
Actualmente seducen a los turistas sus dos puertas principales, la pagoda, la sala principal y varios sub-templos más pequeños, en tanto un extenso boulevard, una antigua calle comercial, y varios jardines ofrecen un viaje singular al pasado.
Por su parte, la Torre de Tokio es la segunda estructura más alta del país con 332.9 metros, y su forma está inspirada en la icónica Torre Eiffel, razón por la cual, al elevar la vista, puedes sentirte en la seductora París aunque tus pies se encuentren sobre el continente asiático.
La construcción del Nippon denpato (su nombre oficial cuya traducción literal es Torre de Radio de Japón) data del año 1958 y consta de museos, restaurantes, tiendas y miradores, los cuales permiten conocer la cultura de la nación y observar la urbe un poco más cerca del cielo.
Incluida en la World Federation of Great Towers, es usada para transmitir tanto las señales de televisión y radio analógicas como las digitales. Justo por ello, ahora mismo juega un papel fundamental en el contexto de los cercanos Juegos Olímpicos, cuya inauguración está prevista para este viernes 23 de julio.
Sin dudas, uno de sus atractivos radica en un pequeño parque de atracciones temático basado en el exitoso anime One Piece, mientras su imagen constituye un elemento de identidad ampliamente utilizado en series televisivas, spots publicitarios o para vender el visible coqueteo arquitectónico con lo moderno.
Así, el Templo de Sensoji y la Torre de Tokio devienen símbolos paradigmáticos y puntos de encuentro que no deben faltar ni en la memoria ni en los álbumes si la vida otorgó el placer de hacer estancia en la capital de Japón, epicentro del olimpismo en 2021.
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