Esta asociación tiene el propósito de neutralizar al TPLF (por sus siglas en inglés) de una vez y por todas, según explicó Tiruneh en una comparecencia pública.
La organización criminal, comentó, rechazó el alto al fuego decretado de manera unilateral por el gobierno, se escondió en el estado de Tigray y ahora extendió sus acciones a las regiones vecinas.
Quieren alterar la estabilidad, la paz y el orden constitucional para destruir nuestro país, sentenció.
Después del ataque al Comando Norte del Ejército Nacional, la junta terrorista fue derrotada en poco tiempo, recordó, y acusó al Frente de ‘aprovechar la tregua humanitaria para librar una nueva guerra en varias partes del territorio nacional’.
Ahora, subrayó, trata de involucrar a otros grupos extremistas en su movimiento destructivo e intenta obligar a las familias del norte a contribuir con sus hijos a la guerra que declaró contra la nación.
Según señaló, el ejército nacional ‘está en buena posición para neutralizar pronto a la facción criminal, en estrecha colaboración con las fuerzas especiales regionales, la milicia y el público en general’.
La operación no es únicamente para restaurar la ley y el orden, sino también para proteger a todos los ciudadanos de la beligerancia de ese grupo.
En noviembre de 2020, el TPLF atacó el Comando Norte de la Defensa Nacional y el primer ministro, Abiy Ahmed, respondió con una ofensiva militar para neutralizarlo.
Desde entonces, el ejército federal sostiene un enfrentamiento armado contra el Frente, organización política declarada grupo terrorista por el Parlamento y presunta responsable de numerosas violaciones de los derechos humanos antes y después de esa agresión.
A finales de junio último, las autoridades etíopes decretaron de manera unilateral un armisticio para facilitar las labores agrícolas durante la temporada de lluvia y garantizar la asistencia humanitaria, pero la organización tigriña lo rechazó.
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