Si los etíopes se unen y enfrentan los esfuerzos de la diplomacia occidental y los medios de comunicación para torcer el camino del país, el TPLF (siglas en inglés) será desmantelado de una vez y para siempre, afirmó el premier.
Durante muchos años de historia, comentó, Etiopía afrontó varios desafíos, pero nuestros antepasados nunca se sentaron a esperar, por el contrario, estuvieron dispuestos a plantarse con valentía contra los enemigos y pagar con sus vidas para honrar a la nación.
En una declaración, Ahmed acusó a ‘la diplomacia occidental y muchos medios de comunicación de convertirse en eco de las voces del Frente’, organización declarada grupo terrorista por el Parlamento y presunta responsable de numerosas violaciones de los derechos humanos.
Independientemente de lo grande que sean las amenazas creadas desde el exterior o los retos que surgen en el interior del país, cuando tiene una unidad sólida, el pueblo adquiere las fuerzas y capacidades necesarias para superar cualquier desafío, subrayó.
Nuestros enemigos atacan por el frente de la guerra y el frente diplomático, por lo tanto, todos los que están preocupados por la supervivencia de Etiopía deben unirse para combatir en ambas direcciones, exhortó el Premio Nobel de la Paz-2019.
Es necesario trabajar juntos, con mucha armonía, para contrarrestar la presión mediática y diplomática sobre el país, reiteró, e instó ‘a aprovechar todas las oportunidades que tenemos para defender la campaña que se nos abre’.
Asimismo, llamó a ‘defender la verdad y descalificar las noticias que perjudican al país en los medios sociales y generales, en el interior y en el exterior, de manera individual y colectiva’.
En noviembre de 2020, el Frente atacó al Comando Norte del ejército federal en Tigray y Ahmed respondió con una ofensiva militar para neutralizarlo y restablecer la legalidad en la jurisdicción.
Desde entonces hay un gobierno provisional allí y comenzaron procesos judiciales contra líderes del grupo, presunto responsable de violaciones de los derechos humanos antes y después de esa agresión.
A finales de junio último, el gobierno decretó un alto al fuego para facilitar las labores agrícolas durante la temporada de lluvia y garantizar asistencia humanitaria, pero el grupo lo rechazó e incrementó su criminalidad, de acuerdo con reportes oficiales.
mem/raj