Según el comisionado de policía del estado de Benshangul Gumuz, Abdulaziz Mohammed, los detenidos recibieron entrenamiento militar fuera del país y tenían la misión de ejecutar acciones destructivas planificadas por el TPLF.
Fueron engañados por la propaganda falsa del Frente y pretendían atacar a nuestra nación, ahora deberán enfrentar el peso de las leyes, comentó el comisionado.
A esos colaboradores de la organización terrorista, la mayoría jóvenes, los detuvieron con diversas armas en los distritos de Asosa y Kurmuk, cuando estaban preparados para cumplir la misión, explicó Mohammed durante una comparecencia pública.
Asosa, ubicada en la frontera con Sudán, 450 kilómetros al oeste de Addis Abeba, es la capital de Benishangul-Gumuz, y Kurmuk está situada en el sureste sudanés, cerca de los límites con las jurisdicciones etíopes.
En noviembre de 2020, el Frente atacó al ejército federal en Tigray y el primer ministro Abiy Ahmed respondió con una ofensiva militar para neutralizarlo y restablecer la legalidad en la demarcación.
Desde entonces comenzaron procesos judiciales contra líderes del grupo, declarado terrorista por el parlamento y presunto responsable de violaciones de los derechos humanos antes y después de la agresión.
A finales de junio último, el gobierno decretó un armisticio para facilitar las labores agrícolas durante la temporada de lluvia y garantizar la asistencia humanitaria, pero el TPLF lo rechazó.
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