Llegamos al final de un evento de amor, reconciliación y unidad, declaró Ahmed, y agradeció a quienes ‘contribuyeron y trabajaron arduamente’ para garantizar la seguridad nacional durante los días de celebraciones.
La Covid-19 condicionó la intervención popular en las festividades de 2020, pero este año otra vez millones de etíopes participación en las ceremonias y no hubo que lamentar subversiones del orden, según las autoridades locales.
En su forma tradicional, el Irrecha sucede al final de la temporada de lluvias en diferentes localidades del estado regional de Oromía, principalmente en Bishoftu, ubicada a unos 50 kilómetros al sureste de esta capital.
Atrae a millones de personas procedentes de dispares partes del mundo y en 2019 fue celebrado por vez primera, en más de 150 años, en la capital de Etiopía, donde es también conocido como Finfinne.
Durante la celebración, convertida a veces en escenario de manifestaciones de los oromos, el grupo étnico más grande el país, los devotos agradecen a Waaqa (dios) las bendiciones y misericordias recibidas, además de orar por lograr buenas cosechas. mgt/raj