El Departamento de Justicia presentó otro recurso para detener la ley, que prohíbe el aborto a partir de que se identifica actividad cardiaca en el feto, lo que puede ocurrir a las seis semanas de embarazo, y no hace excepciones en caso de violación o incesto.
La decisión ocurrió después de que el jueves por la noche un tribunal de apelación dejó en vigor la conocida como Ley del Latido Fetal.
El portavoz de la cartera, Anthony Coley, afirmó que el Gobierno federal pedirá al Tribunal Supremo de Justicia que anule ese fallo.
Algunos jueces federales del estado se oponen a aplicar la ley, como Robert Pitman, de la ciudad de Austin, quien suspendió temporalmente la aplicación de la norma al decir que no permitiría ni un día más ‘esta ofensiva privación de un servicio tan importante’.
Protegeré el derecho de cada mujer, en virtud de la Constitución, a optar por obtener un aborto antes de la viabilidad del feto, aseguró el juez.
Privar a los ciudadanos de este derecho mediante una acción estatal directa sería flagrantemente ilegal, comentó.
La ley de Texas, que es el mayor freno del país al aborto en casi 50 años, entró en vigor en septiembre pasado tras una dividida votación, con cinco senadores a favor y cuatro en contra.
Desde que la legislación entró en efecto, las mujeres tejanas, e incluso niñas de 12 años, buscan clínicas de aborto en los estados vecinos mientras conducen durante horas.
Esperamos que las tejanas puedan optar otra vez por ese procedimiento, debido a que es un asunto que involucra su salud y sus derechos, dijo Brigitte Amiri, subdirectora del Proyecto de Libertad Reproductiva de la Unión Americana de Libertades Civiles.
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