Hasta ahora, el lugar más frío conocido es la Nebulosa Boomerang, en la constelación de Centauro, a cerca de cinco mil años luz de distancia. La nebulosa tiene una temperatura de menos 272 grados, uno por encima del cero absoluto.
Según un artículo publicado por la revista Physical Review Letters, la temperatura no es más que la medida de la vibración molecular: cuanto más se mueve un conjunto de moléculas, mayor es la temperatura colectiva.
El cero absoluto es el punto en el que todo movimiento molecular se detiene, posible a los menos 273,15 grados C.
En un laboratorio de microgravedad de la universidad alemana de Bremen, los investigadores estudiaron las propiedades cuánticas del llamado ‘condensado de Bose-Einstein’, quinto estado de la materia, una especie de gas ultrafrío en el cual esta última empieza a comportarse como si fuera un único y gran átomo.
Como método, atraparon una nube de alrededor de 100 mil átomos gaseosos de rubidio (metal alcalino) en un campo magnético dentro de una cámara de vacío y, posteriormente, la enfriaron hasta alrededor de dos mil millonésimas de grado por encima del cero absoluto, registro de por sí un nuevo récord mundial.
Sin embargo, buscaron ir más allá y llevaron su experimento a la torre de caída Bremen de la Agencia Espacial Europea, de la universidad alemana, y desde 120 metros de altura lo dejaron caer al mismo tiempo que encendían y apagaban rápidamente el campo magnético.
Esto permitió que la cámara empezara a flotar y desacelerara el movimiento de los átomos de rubidio hasta su casi detención total.
El equipo consiguió mantener durante dos segundos una temperatura de apenas 38 billonésimas de grado por encima del cero absoluto, con lo que batió el récord anterior de solo 36 millonésimas de grado.
Recordó la revista científica que investigaciones anteriores demostraron cerca del cero absoluto comportamientos extraños de los átomos.
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