Esa iniciativa también incluirá las actividades relativas al procesamiento, el envasado y el transporte que se realizan desde que los alimentos salen de las explotaciones agrícolas hasta la mesa, según se informó.
Uno de los principales obstáculos para transformar los sistemas alimentarios de forma sostenible e integradora es la falta de recursos financieros adecuados.
El FIDA sitúa estos medios en 300 mil millones de dólares en pro de la salud humana, global y económica, además, de otros 350 mil millones adicionales al año durante la próxima década.
La iniciativa de los bancos públicos de desarrollo responde a un llamado urgente para aumentar la financiación destinada a los productores más pobres que sufren en mayor medida los efectos del cambio climático.
Bajo el liderazgo del FIDA, en colaboración con la Agencia Francesa de Desarrollo y la Cassa Depositi e Prestiti, entrará en funcionamiento la nueva plataforma de financiación para inversiones verdes e inclusivas.
‘En vista de que las inversiones representan casi dos tercios de la financiación oficial que recibe el sector agrícola, los bancos públicos de desarrollo pueden tener un impacto enorme en las vidas de los habitantes del medio rural’, aseguró el presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo.
Además, garantizarán el empleo de prácticas agrícolas menos contaminantes que también ayuden a los productores en pequeña escala a adaptarse al cambio climático y aumentar sus ingresos, precisó.
La creación de la plataforma respaldará a los bancos públicos de desarrollo a reforzar sus capacidades, reorientar y ampliar la escala de sus inversiones.
Ello con el objeto de promover sistemas alimentarios sanos, ajustados al Acuerdo de París de 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según los promotores.
Esos entes emisores son instituciones financieras que funcionan bajo el control de los gobiernos centrales o locales —o que reciben su apoyo— promover el desarrollo económico de un país o región.
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