Según medios de prensa y políticos, los republicanos se disponen a bloquear por tercera vez el proyecto de ley sobre el voto, aumentando las posibilidades de filibusterismo, lo que haría que la propuesta se estanque y ponga a los demócratas en desventaja en las próximas elecciones.
La tolda roja se dispone a utilizar el arma procesal para frustrar un intento de los demócratas de garantizar el acceso a las urnas y contrarrestar una serie de leyes estatales redactadas por gobiernos afines en todo el país que imponen nuevas restricciones electorales, destacó el diario The New York Times.
Anticipándose a la medida, el presidente Biden, criticado por los liberales por no ser lo suficientemente agresivo en materia de derechos de voto, se puso en contacto el lunes con los demócratas del Senado para expresar su apoyo a lo que la Casa Blanca describió como una ‘prioridad imprescindible’, informó el diario.
El senador Angus King, el independiente de Maine, afirmó que apoyaría cambios en la regla del filibusterismo si fueran necesarios para aprobar el proyecto de ley.
Las normas del Senado establecen una mayoría de 60 votos para romper el freno y cerrar el debate sobre la legislación, permitiendo que se someta a votación, por lo que los demócratas deben sumar 10 sufragios rojos a los 50 propios para seguir adelante.
De ocurrir eso sumaría un precedente que pudiera ayudar al presidente Joe Biden a avanzar importantes proyectos de ley de su agenda de gobierno y que los republicanos en minoría se empeñan en descarrilar.
Los demócratas pueden presionar para modificar el filibusterismo con una votación que obtenga una mayoría simple pero necesitarían el respaldo de los senadores Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, de Arizona, dos demócratas que se niegan a apoyar ese esfuerzo.
Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, citada por el Times, sugirió que los demócratas tendrían que encontrar alguna forma de hacer avanzar la legislación sobre el voto, crucial para desactivar lo que considera un intento concertado de los republicanos para limitar el sufragio de las minorías.
Con el tiempo que se agota para imponer cambios antes de las elecciones del próximo año, los partidarios progresistas de la legislación sobre el derecho al voto instaron a Biden a aprovechar su credibilidad como senador de larga data y a presionar para debilitar o eliminar el filibusterismo que está bloqueando su agenda.
La iniciativa que los demócratas aspiran a convertir en ley establece normas mínimas para el voto anticipado y por correo, imponiendo nuevas acciones de divulgación de la financiación de las campañas e intentando frenar el gerrymandering partidista, propuestas a las que se oponen los republicanos.
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