La población en Estados Unidos, en su mayoría, estima eso es un problema de gran importancia para ellos, según la pesquisa divulgada a escasos días del inicio de una cumbre climática en Glasgow, Escocia.
Los resultados del estudio muestran un cambio en la percepción del tema, ya que antes los republicanos ignoraban el asunto y los demócratas le daban mayor relevancia.
Tres de cada cuatro preguntados respondió que el problema es real, mientras que el 41 por ciento piensa que está causado principalmente por las actividades humanas, precisó la pesquisa de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research y el Energy Policy Institute de la Universidad de Chicago.
Apenas un 10 por ciento de las personas en el país cree que el cambio climático no está ocurriendo.
En relación a como se ve esto en el Legislativo, más de la mitad de los encuestados apoyaría un proyecto de ley que aumentara ‘la proporción de fuentes de electricidad limpias y disminuyera la dependencia de fuentes tradicionales como el carbón y el gas natural’, algo que divide hoy a demócratas y republicanos en la aprobación de fondos para enfrentar la crisis.
El muestreo encontró que solo el 16 por ciento de los consultados se oponen a una medida de este tipo para tener la electricidad procedente de energías más limpias.
Incluida inicialmente en el proyecto que debe votar en los próximos días el Congreso, esas medidas premiarían a las empresas de servicios públicos con fuentes de energía limpia y multaría a las que no las tuvieran.
No obstante, la idea de un impuesto sobre el carbono que está en el centro de la agenda climática de Biden contó con la oposición del senador Joe Manchin (demócrata de Virginia Occidental), quien puso en riesgo toda la agenda de infraestructuras y gasto social de los demócratas.
El muestreo encontró que un número significativo de los encuestados -el 59 por ciento – dijo que cree que la tasa de cambio climático está aumentando, mientras que una minoría -el 35- dice que se mantiene igual.
Paralelo a esto, ante el cambio climático, la industria agrícola está adoptando dos enfoques complementarios para la descarbonización: reducir las emisiones y extraer el carbono de la atmósfera para almacenarlo en el suelo, donde beneficia a los cultivos y a ecosistemas enteros.
Está más claro que nunca que el ciclo del carbono, señalado como el factor principal de la adversidad climática, debe reequilibrarse. Por ello, los científicos agrícolas se unen en torno al desarrollo de prácticas que permitan a los agricultores reducir las emisiones de carbono, prosperar ante el cambio climático e incluso mitigar sus efectos.
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