El número de indocumentados que penetraron a suelo comunitario a través de ese paso limítrofe procedentes de la nación euroasiática ascendió a seis mil 500 este año, tres veces más que en 2020, según Panayotov.
Bulgaria es la nación más pobre de la Unión Europea (UE), constituye una frontera exterior para el bloque integracionista y posee una valla de casi 260 kilómetros de largo en la frontera con Turquía.
Ese última país se sitúa en una de las principales rutas recorridas por miles de personas en su intento por llegar a la UE desde Oriente Próximo y Afganistán, principalmente.
Por tal motivo la Asamblea Nacional (Parlamento Búlgaro) aprobó en agosto el despliegue de entre 400 y 700 efectivos en la zona fronteriza para ayudar en las labores de construcción de vallas.
El bloque comunitario teme un incremento del flujo migratorio procedente sobre todo de Afganistán tras la toma del poder por los talibanes, que generó en esa nación asiática un clima de inestabilidad política.
Expertos internacionales alertaron que esa situación podría provocar en el continente una crisis similar a la de 2015.
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