Los nuevos esfuerzos, que incluyen la regulación de las perforaciones de petróleo y gas, ocurren en un momento en que el Gobierno federal pretende reafirmar el compromiso del país en materia de cambio climático durante la cumbre mundial COP26, que se celebra en Escocia.
Esas medidas impulsarán la economía de la energía limpia en Estados Unidos y crearán puestos de trabajo bien remunerados mediante la lucha contra las emisiones de metano, el fomento de la innovación y el apoyo a la agricultura sostenible, anunció la Casa Blanca.
Las medidas reglamentarias para hacer frente al metano se centran en gran medida en el sector del petróleo y el gas, que es responsable del 30 por ciento de las emisiones de metano del país.
Washington también anunció una propuesta complementaria que entrará en vigor el año próximo para regular el metano de los pozos de petróleo y gas abandonados y sin tapar, así como de otras fuentes no reglamentadas. Con estas decisiones, el Gobierno federal intentará desincentivar la combustión del exceso de gas, proponiendo una normativa que obligue a los perforadores pagar tasas al Gobierno por lo que se libere o se queme.
El anuncio ocurrió en medio del disenso entre congresistas demócratas en torno al plan económico del presidente Joe Biden, que contempla gastos y políticas destinadas a intentar frenar el cambio climático.
La batalla legislativa en torno a su agenda deja al mandatario desarmado en medio de la cumbre sobre el clima de la Organización de Naciones Unidas, que tendrá lugar hasta el próximo 12 de noviembre.
Durante la cita Biden intentará demostrar su compromiso con el medio ambiente, a pesar de que no logra que sus partidarios se pongan de acuerdo en torno a la necesidad de crear políticas climáticas cuanto antes.
El metano es 25 veces peor para el clima que el dióxido de carbono y es responsable del 10 por ciento de la contribución de Estados Unidos al cambio climático.
mgt/age
