Un telar típico refleja 23 años de «un agradecimiento que jamás podrá ser tan grande como el internacionalismo y el acto de llegar a los más pobres y necesitados en los lugares más recónditos de la República», expresó a nombre de la organización Aura Lily Escobar, diputada del Parlamento Centroamericano, al entregar a la Coordinación Nacional el valioso regalo.
«Es muy poco para todo lo que merece el pueblo, el Gobierno de Cuba y la Brigada, que consideramos como nuestros hermanos porque se han unido con nosotros en sangre, vida, esfuerzo y dignidad por los pueblos», resaltó Escobar.
El homenaje a la actual Brigada Médica de Cuba (BMC) y a los tantos galenos que han pasado por Guatemala desde el arribo de los primeros en 1998 tras el paso del huracán Mitch, propició el recuento de esa colaboración desinteresada en momentos de otras catástrofes (Stan, Agatha, volcán de Fuego, Eta e Iota) y también del enfrentamiento a la Covid-19.
Gracias fue la palabra más escuchada en los relatos de guatemaltecos que vivieron esos años precursores como el médico Pedro Rosales, quien se formó en Cuba y se reencontró aquí después con muchos de sus compañeros de estudio.
«He tenido la oportunidad de caminar mi país y en cada lugar donde llego y hay compañeras y compañeros de la BMC, encuentro optimismo, espíritu de trabajo, solidaridad y, sobre todo, compromiso con personas que necesitan el apoyo», expresó el exviceministro de Salud, quien consideró a sus profesionales un ejemplo para quienes están cerca de ellos.
Para Henry Morales, coordinador del Movimiento Tzuk Kim-pop, aunque Cuba no pretende cuantificar su aporte en Salud a los pueblos, es necesario conocer la cuantía de ese esfuerzo global, a la cabeza de la cooperación internacional en América Latina y el Caribe a pesar del bloqueo de Estados Unidos por más de 60 años.
Solo en Guatemala, precisó, se estima que entre 2000 y 2020 la BMC salvó 3,5 millones de vida pese a los intentos de sectores económicos de expulsarla, el más reciente en 2018; sin embargo, recalcó, el pueblo ha sido garante y defensor de esa solidaridad.
Por su parte, el exviceministro de Salud Adrián Chávez resaltó en términos de solidaridad global la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, donde se formaron más de mil profesionales guatemaltecos, muchos hoy en la atención pública primaria.
En nombre de la Misión Estatal cubana aquí, la embajadora María del Pilar Fernández agradeció el reconocimiento a la BMC por parte de «los compañeros de la solidaridad que siempre nos han acompañado en todas nuestras batallas en defensa de las conquistas alcanzadas gracias a la unidad de nuestro pueblo con su Revolución».
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