Según denunció la secretaria de Prensa de la Oficina del Primer Ministro, Billene Seyoum, muchos etíopes dentro del país y residentes en el extranjero sienten que los reportes de algunas agencias, televisoras y radioemisoras separan el conflicto de su contexto.
Uno de los ejemplos más recientes y de mayor connotación es la histeria causada la semana pasada cuando fue divulgada la falsa noticia de que Addis Abeba estaba asediada por las fuerzas terroristas del TPLF (siglas en inglés), dijo Seyoum.
A menudo, subrayó, hemos compartido que Etiopía sufre una campaña mediática para empañar la imagen de la nación, la del primer ministro Abiy Ahmed y de su administración en general.
CNN, New York Times, Washington Post y Reuters, entre otros muchos medios, varias veces optan por llevar a cabo narrativas negativas sobre Etiopía sin elementos importantes de lo que realmente sucede en el país, comentó. Del mismo modo, afirmó, son reacios a nombrar las atrocidades cometidas por el Frente de Tigray, incluido el brutal ataque que realizó en noviembre pasado contra el Comando Norte de la Fuerza de Defensa Nacional.
Muchos medios internacionales están acreditados para informar la situación etíope, pero el gobierno no tolerará intentos de violar nuestras leyes, avisó la portavoz en una entrevista concedida al canal de televisión CNN y divulgada aquí.
Asimismo, manifestó que el llamamiento de Ahmed a los etíopes “para defender la nación de la criminalidad del TPLF, designado grupo terrorista por el Parlamento, es un mandato constitucional” y no un grito de guerra.
El gobierno cubría más del 70 por ciento de las necesidades en áreas afectadas por el conflicto antes de declarar un alto al fuego y la beligerancia de las tropas de Tigray, que rechazaron el armisticio, interrumpió la ayuda, explicó.
Sin embargo, aseveró, los medios occidentales no muestran interés en exponer esa verdad que puso en juego la operación de socorro y la vida de millones de ciudadanos.
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