El mandatario se desplazará este martes hasta New Hampshire y el miércoles llegará a Michigan, dos estados importantes en las apuestas electorales, para destacar proyectos específicos que se beneficiarán de la legislación de 1,2 billones rubrica la víspera.
La normativa que contó con la aprobación de republicanos y demócratas es considerada la mayor inversión en Estados Unidos en una generación en carreteras, ferrocarriles, tuberías, líneas eléctricas, entre otras.
Aunque se quedó corta en su versión inicial de 2,3 billones de dólares, la norma pudiera dar un aire a la administración demócrata duramente golpeada en el Congreso por la falta de resultados en otros proyectos sociales como la ley del voto, lo que unido a un repunte de la inflación provocó una caída de la popularidad de Biden.
Medios de prensa como The New York Times destacan opiniones de los economistas que concuerdan en que la legislación pronto podría empezar a dar dividendos para una amplia gama de empresas y personas, desde los fabricantes de vehículos eléctricos hasta los internautas rurales.
Tras semanas de conversaciones y dos viajes de Biden al Capitolio, la Cámara de Representantes votó el proyecto de ley de infraestructuras a principios de este mes, aprobándolo con un resultado final de 228-206, con 13 republicanos cruzando el pasillo para apoyar la medida, y seis demócratas progresistas desafiando a Biden y a los líderes del partido para oponerse a ella.
La normativa fue aprobada en el Senado hace tres meses, en agosto, cuando 19 republicanos la apoyaron para enviarla a la Cámara baja, donde enfrentó resistencia de un grupo liberal de los demócratas que aspiraban fuera aprobada junto al proyecto de ley de gasto social centrado en el clima, la atención infantil y los programas de salud.
La Casa Blanca nombró al ex alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu (demócrata), como su asesor principal para coordinar la aplicación de esta normativa, que afecta a varios organismos gubernamentales y que pudiera ayudar a marcar un repunte del gobierno demócrata.
En la actualidad Biden se enfrenta a unos bajos índices de aprobación y espera que el proyecto de ley de infraestructuras le ayude a proyectar un progreso sostenido para hacer frente a un aumento de la inflación y a la creciente alarma por las elecciones de mitad de mandato, sostuvo un análisis del diario The New York Times.
En su gira Biden tratará de impulsar la aprobación de la ley de gastos, la cual incluye importantes fondos para cuidados de salud y el combate al cambio climático, pero aun languidece en el Congreso por diferencias entre los propios demócratas y también de los republicanos.
El reto del mandatario será dar forma a la narrativa pública sobre los enormes beneficios de la ley de infraestructura y la necesidad de la aprobación del proyecto de gastos, algo que sería un fuerte impulso para los demócratas y sus retos en 2022 y en las presidenciales de 2024.
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