El proyecto conjunto SynergIE, desarrollado a partir de financiamiento del gobierno germano, busca poner en marcha aeronaves que puedan operar comercialmente con emisiones significativamente más bajas de CO2, entre otras, y menor contaminación acústica, informaron los investigadores mediante un comunicado.
El sistema de propulsión se distribuye por toda la envergadura de las alas, lo que conduce a un flujo de aire más eficiente alrededor de la aeronave, explicó uno de los líderes, Martin Hepperle, del Instituto de Aerodinámica y Tecnología de Flujos de DLR.
La ubicación e instalación óptimos de las hélices permitirá reducir la cuerda del ala y el tamaño del timón, y así rebajar el consumo de energía en aproximadamente un 10 por ciento, detalló.
Los implicados seleccionaron y evaluaron un concepto con turbogeneradores en el fuselaje y 10 motores eléctricos a lo largo del borde de ataque del ala como la mejor solución entre las diversas configuraciones posibles.
«La disposición especial de las hélices nos permite compensar las desventajas de peso del sistema de propulsión híbrido-eléctrico», afirmó Hepperle.
También pudimos diseñar el estabilizador vertical para que fuera más pequeño y, por lo tanto, más liviano y con menos resistencia en nuestro concepto de motores múltiples, agregó.
Este concepto puede incluso compensar la falla de dos motores eléctricos; por lo tanto, ofrecería una mayor confiabilidad operativa, remarcó.
Durante el primer vuelo virtual ejecutado en el DLR Air Vehicle Simulator (AVES), los pilotos de prueba comprobaron las características de vuelo de la aeronave híbrida eléctrica de corto recorrido, expuso el documento.
El proyecto SynergIE cuenta con la colaboración de la empresa europea Airbus y del fabricante británico de motores aeronáuticos Rolls-Royce, que días atrás anunció el avión totalmente eléctrico más rápido del mundo.
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