Durante una conferencia de prensa, la vocera del Gobierno, Selamwit Kassa, aseguró que además de buscar nuevas opciones para vender los productos y garantizar el pleno funcionamiento de las industrias, las autoridades federales también trabajan para incrementar su competitividad.
China, Rusia, Turquía, Japón e India, entre otras naciones, pueden ser algunos de los nuevos destinos de las confecciones etíopes y también hay varias oportunidades de negociaciones con países de África, que hasta ahora no fueron aprovechadas, según comentó Kassa.
El Gobierno, subrayó, trabaja duro con el objetivo de garantizar la seguridad de las industrias, construir una economía capaz de resistir los embates de una guerra o prohibiciones internacionales, y proteger y crear puestos de trabajo, una de sus prioridades.
La AGOA (siglas en inglés) concede a las naciones subsaharianas elegibles acceso libre de aranceles al mercado norteamericano, aunque exige cumplir varios requerimientos económicos, políticos y sociales acordes a los estándares de Estados Unidos, cuyos consumidores también obtienen grandes provechos.
Promover la economía de mercado, establecer pluralismo político y no obstaculizar el comercio y la inversión estadounidense, son algunos requisitos de elegibilidad. Encima, los estados no pueden negociar y dependen del mandatario de turno, que cada año decide los beneficiados.
Para presionar al gobierno federal a terminar la guerra contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), Estados Unidos adoptó varias medidas y amenazó con separarla próximamente de la AGOA.
Desde el año 2000 Etiopía es parte de ese programa, pero el presidente Joe Biden puede excluirla en enero venidero, para lo cual el TPLF (siglas en inglés) realiza un fuerte cabildeo, según varias fuentes.
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