Somos una nación donde se demuestra que personas de diferentes religiones, culturas e idiomas pueden convivir en armonía, y unidos podemos avanzar mucho más en varios frentes, a partir del respeto a los derechos de todas las individualidades, dijo Zewde.
Depende de cada uno de nosotros, es responsabilidad de cada etíope, subrayó, contribuir a encontrar soluciones pacíficas, razonables y sostenibles a los problemas nacionales, y para hacerlo es muy importante mantenernos como un pueblo unido.
Enfrentamos muchos desafíos. Debemos permanecer hermanados y trabajar juntos por el bien común. Así podremos lograr grandes beneficios de nuestras potencialidades y los recursos del país, manifestó en una concentración en la ciudad de Dire Dawa, sede de la conmemoración.
También agradeció a los combatientes de las fuerzas gubernamentales porque arriesgan sus vidas para garantizar la supervivencia de la nación, en el enfrentamiento armado contra el Frente de Liberación Popular de Tigray, y a la diáspora por contribuir a defender la verdad del pueblo etíope.
Pronto la luz reemplazará a la oscuridad y la paz emergerá sobre la guerra. Tenemos que estar preparados para comenzar la reconstrucción de las numerosas infraestructuras destruidas, y desde ya tenemos el deber de ayudar a todos los desplazados, comentó.
Nadie debe obviar la convulsa situación que atenta contra la existencia del país. Quienes intentaron desmantelar Etiopía y destruir la unidad nacional cruzaron la línea roja. Ningún gobierno permitiría tal traición e insurrección, declaró, y exhortó a continuar la lucha para preservar la soberanía nacional.
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