La declaración afirma que desmanteló el asentamiento secular de súbditos etíopes en al Fashaga (este sudanés).
En 2008 Etiopía aceptó que esa región fuera parte de Sudán, pero a los etíopes asentados allí se les permitiría seguir viviendo allí; las tensiones resurgieron a principios de este mes tras la muerte de 21 soldados sudaneses en la zona de Birkat Nourain en un choque con tropas etíopes.
La postura de fuerza de Sudán ocurre en momentos de crisis política por la resistencia interna al acuerdo entre el general Abdel Fattah al Burhan y el primer ministro Abdallah Hamduk que reinstaló al segundo a la cabeza del gabinete tras ser destituido por el primero en octubre pasado por una asonada cástrese.
Un conflicto armado restaría atención a las protestas convocadas por la alianza opositora sudanesa Fuerzas por la Libertad y el Cambio coalición de partidos políticos y agrupaciones de profesionales, opuesta a los militares y al acuerdo entre Hamduk, al que acusan de traidor, y al general al Burhan.
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