La promoción de un diálogo nacional inclusivo no debe confundirse bajo ninguna circunstancia con la preparación de condiciones para pactar con el grupo terrorista, aseveró el portavoz oficial, Kebede Desisa, durante una conferencia de prensa.
Se trata de un compromiso del gobierno antes de la agresión criminal del Frente contra Etiopía y tiene como objetivo lograr un consenso en línea con el fortalecimiento de la construcción de la nación, explicó.
De acuerdo con su declaración, finalizó la preparación de los marcos legales para el establecimiento de la Comisión Nacional de Diálogo, cuyo proyecto de proclamación “el Parlamento debe aprobarlo pronto”.
Asimismo, dijo que el ejército federal continuará todas las operaciones orientadas a desarticular el TPLF, al cual consideró una amenaza para la estabilidad, paz e integridad nacional.
Circulan informaciones que afirman que sus combatientes abandonan los territorios ocupados porque cumplen órdenes en base a estrategias militares, pero no es verdad. Así intentan encubrir sus recientes derrotas, comentó.
Quieren engañar a los medios internacionales y a las numerosas madres de Tigray que podrían preguntar sobre el paradero de sus hijos, llevados a la fuerza a la contienda, aseguró.
Desisa, además, acusó a CNN de “divulgar la narrativa engañosa de la organización, al tergiversar el hecho de que las fuerzas conjuntas etíopes han eliminado a sus combatientes de las regiones de Amhara y Afar con una fuerte medida militar”.
“CNN y otros medios, conocidos por difundir noticias falsas como ‘Addis Abeba bajo asedio’, distribuyen desinformación afirmando que los insurgentes se están retirando para crear una oportunidad de paz, declaró.
En noviembre de 2020 estalló la guerra entre el gobierno y el Frente, otrora gobernante en Tigray, acusado de subvertir el orden, violar derechos humanos, masacrar civiles y otros delitos.
Tras varios puntos de inflexión, en junio último las autoridades decretaron un armisticio, pero la organización lo rechazó y extendió su criminalidad a Afar y Amhara, paso calificado como un golpe a los esfuerzos internacionales para detener las hostilidades.
En ambas regiones, según informes estatales, atentó contra civiles e instituciones públicas y privadas, provocó el desplazamiento de un millón 800 mil personas y dejó a ocho millones 300 mil en situación de inseguridad alimentaria.
rgh/raj
