Debemos destacar el apoyo del gobierno a los afectados, pero sus esfuerzos no bastan porque las agresiones del Frente han sido muchas y muy destructivas, dijo en conferencia de prensa el presidente del Consejo, el Gran Mufti Haji Omar Idris.
Ahora es necesario apoyo continuo para reinsertar y atender las necesidades primarias de todos los desplazados de manera sostenible, declaró.
Según explicó, “hay cuentas bancarias disponibles para movilizar apoyo financiero, y exhortamos a organismo y entidades regionales e internacionales a colaborar con las gestiones para socorrer a millones de etíopes”.
Asimismo, lamentó que la guerra entre las autoridades federales y el TPLF (siglas en inglés) estallara, pese a las mediaciones y esfuerzos de líderes religiosos para evitarla y lograr reconciliación.
Penosamente, comentó, “el enfrentamiento armado ha causado una pérdida significativa de vidas y la destrucción de instituciones religiosas y muchas otras propiedades públicas y privadas”.
Estamos realizando una investigación para calcular los daños y establecer diferentes vías de ayuda, aseguró, y exhortó a todos los devotos de la nación a “fomentar mecanismos pacíficos para devolver la situación a la normalidad”.
En noviembre de 2020 estalló la conflagración entre el gobierno y la organización, otrora gobernante en Tigray, acusada de subvertir el orden, violar derechos humanos, masacrar civiles y otros delitos.
El gobierno decretó un armisticio en junio último, pero lel grupo lo rechazó e invadió zonas de Afar y Amhara, donde provocó el desplazamiento de un millón 800 mil personas y colocó a ocho millones 300 mil en situación de inseguridad alimentaria, según informes oficiales.
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