Según dijo Tullu en conferencia de prensa, la reciente decisión gubernamental de liberar algunos prisioneros pertenecientes a diferentes partidos políticos, además de resultar un acto de humanidad y compasión, “fortalece el debate inclusivo con el cual la sociedad etíope puede avanzar”.
Este paso no disminuye los éxitos desde el inicio de las reformas y en el enfrentamiento contra quienes ponen en peligro la autonomía y el orden del país, y crea una situación favorable para una victoria duradera, comentó el vocero.
Es importante, subrayó, tratar las diferencias reflejadas por las élites políticas y en las comunidades por medio de la justicia formal y a través de un marco de transición reformador.
Como uno de los actores, añadió Tullu, el gobierno etíope debe crear el ambiente político más favorable para la consulta inclusiva y pagar cualquier sacrificio por el éxito de ese proceso.
Hay dos objetivos principales que lograr y el primero es, precisamente, crear el entorno propicio para resolver los problemas socioeconómicos y políticos en Etiopía a través de un diálogo nacional inclusivo que garantice una paz y una seguridad duraderas, aseguró.
El segundo, agregó, es construir una democracia segura, una fuerte unidad nacional y una decisión política para proteger la soberanía, porque el gobierno nunca permitirá que vuelva el pasado o prevalezcan prácticas de división y tampoco negociará con esos temas.
Etiopía será más democrática y fuerte si todas las personas liberadas hacen un uso adecuado del foro, pero si abusan y pierden esta oportunidad, las primeras víctimas serán las comunidades a las cuales representan, manifestó.
La semana pasada el gobierno finalizó el proceso contra algunos prisioneros de diferentes partidos políticos, entre ellos, Jawar Mohammed, del Congreso Federalista Oromo, arrestado el 30 de junio de 2020, un día después del asesinato del cantautor y activista Hachalu Hundessa.
También fueron liberados Eskinder Nega, fundador del opositor Balderas por la Democracia Genuina, y Debretsion Gebremichael, líder del Frente de Liberación Popular de Tigray, organización acusada de numerosos delitos y declarada terrorista por el Parlamento.
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