A seis décadas de labor, la pedagogía artística en la isla se mantiene fiel a sus principios históricos e ideológicos que conciben el crecimiento profesional de los estudiantes y la formación como artistas comprometidos con su época.
Calidad, sensibilidad y valores éticos son las bazas que impulsaron la fundación de varios centros, los cuales tributan directamente a preparar a las nuevas generaciones de creadores y, en consecuencia, defender la identidad cultural cubana.
Si de prioridades se trata, el Programa de Desarrollo de la Enseñanza Artística 2019-2030 trazado en Cuba contempla el perfeccionamiento continuo para la instrumentación de la política cultural que busca elevar la estabilidad y la preparación política, artística, científica y pedagógica del claustro.
Propone, además, el despliegue de una estrategia de Relaciones Internacionales que genere mecanismos de cooperación e intercambio académico, sumado al empleo eficiente de las tecnologías de la información y la comunicación, para su contribución a la preparación política, científica, humanista y ética de los estudiantes, profesores y trabajadores no docentes.
En este camino, más de 150 prestigiosas figuras de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba- de ellos, una treintena posee el Premio Nacional de Enseñanza Artística- y 82 miembros de la Asociación Hermanos Saíz tributan a la docencia de las artes en los diferentes claustros y modalidades como tutores, conferencistas o profesores.
Internacionalmente, la enseñanza artística cubana busca incentivar los intercambios académicos y la asistencia técnica en el exterior, al tiempo que su casa de altos estudios preside la Red de Universidades de Arte en Latinoamérica.
En este ámbito impulsa certámenes como Traspasos Escénicos y la Conferencia Científica del Instituto Superior de Arte, el evento Pista Joven y el Encuentro de Academias de Ballet así como la firma de convenios y acuerdos gubernamentales con otras naciones, entre estas, Italia, México, Portugal, y Brasil.
Tales acciones, respaldadas por el apoyo del Ministerio de Cultura y de Educación en la isla, han demostrado el espíritu resiliente de la educación artística aún en los difíciles tiempos de la Covid-19 y, de manera concreta, ante el recrudecido bloqueo norteamericano impuesto a la mayor de las Antillas.
DEL BLOQUEO Y SUS AFECTACIONES A LA ENSEÑANZA ARTÍSTICA
De los daños y perjuicios causados por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos bien conoce el Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEart) y su red institucional que abarca 37 centros docentes.
El CNEart no escapa al ultraje que ejercen las medidas coercitivas de carácter unilateral impuesto por la nación norteña a la pequeña isla cubana y busca implementar su principal misión como garante de una sólida formación integral en el campo artístico-pedagógico.
En este sentido, la injusta política provoca serias limitaciones a la calidad del proceso educativo manifiesto desde carencias en los más diversos recursos técnicos que son utilizados para las especialidades, hasta el complejo ámbito de las relaciones culturales.
Desde 2021 se complejizó, aún más, la compra de aditamentos en un mercado internacional plagado de precios excesivos y el acecho de la extraterritorialidad de las leyes anticubanas, advierte el CNEart en su informe anual sobre las afectaciones al subsistema de las escuelas de arte.
A esta gama se añaden los mecanismos para la seguridad de los estudiantes en aparatos complejos y accesorios tan elementales, como zapatillas, maillots, leotardos y similares para el ballet, la danza y el teatro, generalmente gastables y de difícil restauración.
Otro sector académico como las artes plásticas sufre la carencia de pinturas acrílicas , óleos lienzos e instrumentos para el aprendizaje del grabado, el dibujo y para esculpir en los diferentes materiales que exige la creación.
Paralelamente, el bloqueo limita sobremanera el acceso a información, sitios y servicios asociados a las nuevas tecnologías y similares beneficios que dejan de recibir los estudiantes, luego de obtener premios importantes en concursos internacionales online.
La utilización de plataformas digitales como Zoom o aplicaciones gratuitas como Wetranfer son vetadas para Cuba, las cuales permitirían la asistencia virtual a eventos o brindar diversos servicios académicos.
Como si fueran pocas las restricciones de mercado, la pandemia de la Covid-19 aumentó el pago excesivo de fletes por lejanía de las fuentes de recursos y las autoridades del país norteño no han cesado en crear mecanismos para estrangular la más mínima ayuda.
Por mantener un clima de elevadas influencias educativas y culturales, Cuba no escatima vías y opciones que permitan sostener el proceso educativo en el entramado de las artes.
Asimismo recibe con beneplácito la cooperación internacional y ayudas de fundaciones o personalidades solidarias que, en su altruismo, donan materiales e instrumentos musicales para paliar la millonaria inversión que supone adquirirlos.
Sin dudas, el Gobierno cubano trabaja incansablemente por garantizar ese derecho humano esencial que es el acceso a la cultura y a la educación a los ocho mil 657 estudiantes -distribuidos en seis escuelas nacionales, cuatro regionales y 27 provinciales—, que renovarán el teatro, la música, la danza y el ballet así como las artes visuales en el país.
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