Ahmed, en el cargo durante los pocos más de dos años del PP, recibió el voto de mil 480 delegados, el 92,5 por ciento de los mil 600 participantes en el cónclave, representantes de más de 11 millones de afiliados.
Fueron elegidos vicepresidentes Demeke Mekonnen (970), reelecto en octubre pasado por la Cámara de Representantes del Pueblo (Parlamento) como viceprimer ministro y ministro de Relaciones Exteriores, y Adam Farah (mil 370 votos), quien era jefe de la Oficina del Partido.
Farah, además, presidió la Cámara de la Federación (Parlamento) tras la renuncia en junio de 2020 de Keria Ibrahim, política miembro del consejo ejecutivo del Frente de Liberación Popular de Tigray, organización enzarzada en una guerra contra el gobierno desde finales de ese propio año.
Las votaciones no sorprenden porque, entre otras razones, Ahmed, Mekonnen y Farah son los líderes más notables del aún joven partido, y es tradición aquí que los dirigentes de la organización gobernante también ocupen los principales cargos federales del país.
Tras las elecciones, Ahmed agradeció la confianza en su capacidad para liderar el PP y solicitó “apoyo en conocimiento, trabajo y otras formas”, con el propósito de garantizar la paz y promover el crecimiento económico que necesita con urgencia Etiopía”.
“Hago un llamado para que me apoyen tanto como puedan para que podamos cumplir con la oportunidad histórica que se nos ha brindado de sostener a esta gran nación” y señaló que “nada puede cambiarse sin mucho esfuerzo y trabajo”.
Fundado en diciembre de 2019, el Partido de la Prosperidad surgió de la fusión de varios partidos étnicos integrantes de la otrora coalición gobernante Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope, y bajo el lema “Levantándose de los desafíos” inauguró su primer congreso el viernes último.
jcm/raj