Una comisión multisectorial, liderada por el ministerio de Salud, trabaja en varios aspectos, incluido el aumento de la capacidad de los laboratorios, particularmente de las máquinas GeneXpert, efectivas para el diagnóstico rápido del padecimiento y la resistencia a los medicamentos.
Tenemos el propósito de renovar los laboratorios y llegar a todos los territorios con esas máquinas, que posibilitan identificar el ADN de esa infección y facilitan su tratamiento, dijo el director adjunto de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio, Taye Letta.
Actualmente “hay unos cuatro mil microscopios en el país, también 364 máquinas, aunque planeamos importar 126 en el próximo año del calendario etíope (comienza el venidero 11 de septiembre)”, comentó en una comparecencia pública.
El plan estratégico nacional es trabajar para, en apenas cinco años, llegar con la mejor tecnología posible a cada una de las woredas (circunscripciones administrativas o gobiernos locales) de la nación, aseguró.
Un informe de 2021 del propio Ministerio señala que la tuberculosis es una de las enfermedades prevenibles con mayor impacto en Etiopía, donde un tercio de los afectados no recibe atención médica por diferentes razones y unos 50 fallecen diariamente.
Pese a los numerosos esfuerzos del gobierno para prevenirla, quedan sin resolver muchos problemas asociados a la enfermedad, cuyo índice de mortalidad también tiene relación directa con otras infecciones, como el VIH/Sida, y la aparición y expansión de nuevas cepas.
De acuerdo con la OMS, la nación necesita alrededor de 93 millones de dólares anuales para enfrentarla, pero la contribución interna no supera el 11 por ciento, por lo cual el Fondo Mundial e instituciones internacionales iniciaron programas de apoyo.
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