El día soleado permitió el aporte de las plantas solares a la matriz energética gestionada por la Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco en inglés) que abarca la urbe metropolitana, Ibaraki, Tochigi, Gunma, Saitama, Chiba, Kanagawa, Yamanashi y Shizuoka.
Pese a las mejoras en el suministro energético, el Ministerio de Economía e Industria nipón advirtió sobre la necesidad de continuar con las medidas de ahorro, pues las dos centrales térmicas afectadas por el terremoto del 16 de marzo permanecen fuera de servicio.
La víspera, Tepco anunció un posible apagón a gran escala como consecuencia de las insuficientes reservas de energía, que alteraron el equilibrio entre la oferta y la demanda.
De acuerdo con los informes de la compañía eléctrica, el consumo debe mantenerse inferior al 97 por ciento de la capacidad de suministros para evitar los cortes, un índice posible en la jornada de ayer por la contribución de otros cuatro proveedores de servicios públicos de Japón.
La crisis energética también fue menos severa gracias a la optimización del recurso en los centros de trabajo, los grandes edificios y parques de atracciones, algunos de los cuales cambiaron a generadores de respaldo.
A propósito, el Aeropuerto Internacional de Haneda apagó luces y el aire acondicionado de sus terminales, mientras que la torre SkyTree, la estructura más alta de Tokio, canceló su iluminación nocturna.
El secretario jefe del Gabinete japonés, Hirokazu Matsuno, instó en conferencia de prensa a mantener el uso eficiente de la electricidad dentro de un rango razonable, aunque la posibilidad de enfrentar un apagón por falta de energía se haya alejado.
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