Por medio de un comunicado, la organización declaró que acoge con satisfacción la decisión, en virtud de la cual las autoridades federales adoptarán medidas extraordinarias para acelerar la asistencia humanitaria y evitar más inestabilidad y mayores desplazamientos en la zona.
Asimismo, aprueba el anuncio de la administración tigriña de comprometerse a observar dicha tregua y su declaración de establecer el cese inmediato de las hostilidades, precisa el texto rubricado por el presidente de la Comisión de UA, Moussa Faki Mahamat.
Del mismo modo, “exhorta a la comunidad de donantes y a las agencias humanitarias a redoblar sus esfuerzos para aliviar la terrible situación humanitaria en Tigray y todas las regiones afectadas, incluidas Amhara y Afar”.
Todos los socios, reitera, deben intensificar las gestiones y los esfuerzos para garantizar provisión de ayuda humanitaria a los necesitados en esas áreas de Etiopía.
Ayer, Etiopía declaró una tregua humanitaria indefinida porque sus esfuerzos hasta ahora no bastaron para mejorar la precaria situación de miles de personas, que salieron para comunidades vecinas en busca de ayuda y agudizaron el desequilibrio imperante en la región, indica el texto.
Si bien es muy alentador ver el vínculo fraternal y la solidaridad demostradas por las localidades que reciben a quienes necesitan asistencia, las autoridades federales tienen el deber de garantizar estabilidad en la zona, aseguró una notificación del Servicio de Comunicación gubernamental.
Señaló, además, que aliviar las circunstancias de los afectados por el conflicto contra el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) “es una prioridad y una responsabilidad que el gobierno se toma muy en serio”.
Luego de un ataque del Frente a las Fuerzas de Defensa Nacional, en noviembre de 2020 estalló la guerra en el norte etíope, extendida a mediados del año pasado a las regiones de Afar y Amhara.
Antes de finalizar 2021, el ejército liberó las áreas ocupadas en esos estados, donde según informes oficiales fueron desplazadas un millón 800 mil personas y ocho millones 300 mil quedaron en situación de inseguridad alimentaria.
Sin embargo, no avanzó hacia Tigray, extremo septentrional donde se refugian los integrantes del TPLF (siglas en inglés), declarado terrorista por el Parlamento, y el conflicto armado continúa sin tener un desenlace definitivo.
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