Para los amantes de la astronomía, el primero de los sucesos acontecerá el próximo día 16 cuando la luna llena, o luna rosa de abril, emitirá su máximo esplendor causando cambios en los ríos y mares y parecerá más grande, según expertos.
El apelativo no se refiere a la posibilidad de que el satélite natural de la Tierra experimente un cambio de color.
Se debe a los efectos atribuidos en relación con las flores silvestres Phlox que, con tonalidad rosácea, surgen precisamente durante esta etapa en las regiones templadas de América del Norte.
También se le denominó como la Luna de Pascua y, de acuerdo con leyendas populares, en esta época las personas suelen pedirle un deseo.
Será visible hasta el 21, justo cuando haga su aparición otro evento.
Entre la noche de ese día, y la madrugada del 22, acontecerá una lluvia de estrellas.
El pico será alrededor de las tres de la madrugada cuando unas 18 estrellas fugaces crucen el cielo a una velocidad de 48 kilómetros por segundo, y su mejor avistamiento estará ubicado hacia la constelación de la Liral Noreste.
Durante la última de las jornadas del mes llegará el primer eclipse parcial de sol del 2022.
Podrá ser visto desde el sur de Sudamérica (Argentina, Chile, Uruguay, sur de Perú y de Bolivia, oeste de Paraguay y una pequeña parte de Brasil), algunas zonas del norte de la Antártida, en parte del océano Pacífico sudoriental y en una franja muy estrecha en el océano Atlántico, en el límite con las costas argentinas, según la publicación National Geografic.
El próximo eclipse solar parcial tendrá lugar el 25 de octubre y podrá apreciarse desde la mayor parte de Europa, norte de África, Oriente Medio y la región occidental de Asia.
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