La declaración del portavoz de la cancillería de la nación asiática subraya que el texto quedó aprobado de manera forzada y “es producto de la ilegal y cruel política hostil de Estados Unidos contra la RPDC” y una “grave violación de la soberanía y provocación política contra nuestro Estado”.
Señala que la imparcial sociedad internacional (…) reconoce que la resolución de DDHH anti-RPDC, que plantean cada año Estados Unidos y los países occidentales, nada tiene que ver con los genuinos derechos humanos…”.
Añade al respecto que el texto en cuestión ni pasa de ser un medio hostil más politizado para manchar la dignidad de la muy digna RPDC y suprimir los derechos auténticos e intereses del pueblo coreano.
Asimismo enfatiza que en Corea Democrática “donde se implementa la política de primacía de las masas populares en las actividades del Estado y toda la vida social, los derechos e intereses de ellas se garantizan preferente y absolutamente y éstas ejercen los derechos humanos más genuinos que convienen a sus ideales y demandas”.
Argumenta que mientras se arrogan el papel de «juez de derechos humanos en Estados Unidos y los países occidentales campean males sociales como la discriminación racial, la xenofobia, la violencia contra la mujer, la violación de los derechos de la infancia, la violencia policial y los crímenes con armas de fuego».
La cancillería norcoreana expresa su seria preocupación de que el Consejo de Derechos Humanos se convierta en instrumento para cumplir las injustas metas políticas de Estados Unidos y los países occidentales olvidando su misión de rechazar la politización, la selectividad y la pauta de doble rasero en el tema.
Recomienda a la sociedad internacional redoblar la vigilancia sobre la tendencia de que el asunto de los derechos humanos sea pretexto y conductor de la violación de soberanía, intervención en asuntos internos, invasión armada y derrocamiento del régimen acorde al malsano objetivo político de Estados Unidos y los países occidentales.
La declaración del portavoz asegura que «sin tolerar ni un comino los actos hostiles de Estados Unidos y sus satélites, la RPDC hará todo lo posible por defender el régimen socialista, apreciado como su vida por el pueblo coreano, y los derechos genuinos de éste».
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