Así lo expresó el ministro de Economía, Comercio e Industria, Koichi Hagiuda, en conferencia de prensa, en la cual aseguró que los países miembros de la AIE evalúan entre ellos la escala de liberación y “otras cuestiones”.
La medida del organismo multilateral persigue el equilibrio de la oferta y la demanda de petróleo en medio de la crisis energética global, a raíz del conflicto armado en Ucrania.
Las sanciones económicas impuestas a Rusia por la incursión militar especial de Moscú en el país europeo, amenazan la presencia del llamado oro negro ruso en el abastecimiento global y dispararon la cotización del hidrocarburo.
El pasado marzo, la AIE acordó una primera entrega de 60 millones de barriles del combustible fósil para la comercialización internacional, sin embargo, el anuncio de tal arreglo no provocó el efecto deseado sobre las preocupaciones por la falta de suministro.
En aquel entonces, Japón -territorio de escasos recursos energéticos- proporcionó 7,5 millones de barriles de crudo de sus reservas, el equivalente a cuatro días de consumo interno.
Con su aporte, la nación asiática se convirtió en el segundo país, después de Estados Unidos, con mayor participación en la iniciativa de la AIE.
También en marzo, los esfuerzos de Tokio por mantener regulado el mercado energético y disminuir el impacto en su economía nacional, llevó al canciller Yoshimasa Hayashi hasta Emiratos Árabes Unidos, para pedirle a Abu Dhabi un aumento de su producción como integrante clave de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
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