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En la grabación, difundida por las redes sociales el pasado lunes y verificada por el Times este jueves, se escucha a los militares al servicio de Kiev conversando entre ellos y disparando a corta distancia a sus rivales, aparentemente soldados del país vecino.
“Filma a estos militares. Mira, todavía está vivo. Está jadeando», dijo un hombre mientras se ve a un soldado ruso con la chaqueta puesta sobre la cabeza, aparentemente herido y aun respirando.
Según el diario, un militar ucraniano disparó a esa persona dos veces y como seguía retorciéndose, accionó el gatillo una tercera vez.
Al menos otros tres individuos, al parecer soldados rusos, incluido uno con una evidente herida en la cabeza y con las manos atadas a la espalda, yacían cerca de esa víctima.
Todos llevaban camuflaje, y tres tenían bandas blancas en los brazos, las mismas que suelen llevar los militares del gigante euroasiático. Los soldados ucranianos son identificables por sus parches de bandera y sus brazaletes azules.
El vídeo muestra un pequeño arsenal esparcido a su alrededor y manchas de sangre cerca de la cabeza de cada soldado.
El Times confirmó que los soldados estaban tendidos en la carretera a pocos metros de un BMD-2, un vehículo de combate de infantería utilizado por las unidades aerotransportadas rusas. Aparentemente, a algunos les quitaron las chaquetas, los zapatos o los cascos.
«Estos no son ni siquiera humanos», dijo un soldado ucraniano en el vídeo mientras caminaba entre los vehículos destrozados, y añadió que dos tenientes rusos fueron capturados.
El registro ocurrió en una carretera al norte de la aldea de Dmytrivka, a unos 11 kilómetros al suroeste de Bucha, donde el descubrimiento de cientos de cadáveres ha provocado acusaciones de que las tropas rusas mataron a civiles en su reciente retirada.
De acuerdo con el The New York Times, los asesinatos podrían ser resultado de una emboscada ucraniana a una columna rusa que ocurrió el 30 de marzo, en el momento en que los militares de Moscú se retiraban de las pequeñas ciudades al oeste de Kiev.
El periodista independiente Oz Katerji compartió en Twitter el 2 de abril vídeos e imágenes de la columna destruida, mientras testigos del suceso le aseguraron que se trató de una emboscada contra los rusos, suceso que ocurrió dos días antes a esa fecha.
Los medios occidentales insisten en culpar a Rusia por el incidente de Bucha a pesar de que el Kremlin negó la acusación e instó a las organizaciones internacionales de derechos humanos a investigar lo que realmente ocurrió en Bucha.
La semana pasada, la Organización de Naciones Unidas (ONU) instó a Kiev a respetar los derechos de los prisioneros de guerra, tras varias denuncias de tortura y malos tratos contra los militares del país eurasiático.
En ese momento, el portavoz del Gobierno ruso, Dmitry Peskov, agregó que los implicados en los abusos contra los detenidos rusos deben rendir cuentas por sus actos.
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