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En una reunión este jueves en la ciudad de Donetsk, en la región rebelde de Donbass, el funcionario ruso explicó que ese organismo trabaja para determinar el paradero de esos individuos y las circunstancias de su participación en el conflicto, reportó la agencia de noticias TASS.
Bastrykin orientó investigar los hechos vinculados con los asesinatos de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, en la región de Kiev, de cuya autoría fueron acusados soldados rusos.
Moscú negó su participación en los acontecimientos e instó a la Organización de Naciones Unidas a realizar una investigación objetiva e imparcial.
Para las autoridades rusas, se trata de una provocación escenificada por los servicios especiales de Ucrania para demonizar al Ejército ruso y dinamitar las negociaciones entre ambos países.
El jefe adjunto de la milicia de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Eduard Basurin, indicó al canal de televisión Rossiya 1 que los mercenarios extranjeros aliados a las Fuerzas Armadas de Ucrania pueden esconderse en Mariúpol bajo el disfraz de civiles.
Según Basurin, nadie quiere que los mercenarios presentes en Mariúpol se presenten ante todo el mundo, “especialmente si todavía es un oficial activo en algún Ejército de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)”.
El 29 de marzo, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, declaró que en las dos semanas previas murieron unos 600 mercenarios extranjeros y más de 500 huyeron del territorio ucraniano durante la operación militar que Moscú lleva a cabo en ese país.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el inicio de la operación, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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