Durante una visita este martes al estado de Iowa, el mandatario anunció nuevas reglas que permitirán durante los meses de verano la venta de gasolina con mayor contenido de etanol, un biocombustible más barato.
Normalmente debido a las preocupaciones por la contaminación del aire, la gasolina se mezcla solo con un 10 por ciento de etanol, pero una exención de emergencia de la Agencia de Protección Ambiental permitirá la venta de una mezcla de 15 por ciento.
Su acción refleja las formas en que Biden despliega las armas de su arsenal burocrático para aliviar las presiones de los precios, aunque algunos medios mencionan que el impacto de esa medida en el bolsillo de los ciudadanos podría ser pequeño e incierto.
Estoy haciendo lo que está a mi alcance mediante órdenes ejecutivas para bajar los precios, afirmó el gobernante, quien reconoció que eso no va a resolver todos los problemas.
Un informe del gobierno reveló hoy que los precios al consumidor aumentaron un 8,5 por ciento en el mes de marzo respecto al año anterior, el peor resultado desde diciembre de 1981.
Esos datos profundizan el desafío político para el jefe del ejecutivo y sus compañeros demócratas en medio de los peores índices de popularidad de la administración como reflejan las encuestas y antes de las elecciones de mitad de período de noviembre próximo, cuando pretenden mantener el control del Congreso .
Si bien el precio de los combustibles en Estados Unidos comenzó a subir desde el año pasado, a raíz de las sanciones de Washington y sus aliados contra el sector energético de Rusia se elevaron mucho más.
De acuerdo con analistas, esas medidas punitivas en vez de “asestar un duro golpe” contra Moscú por su operación militar en Ucrania como pretendía la Casa Blanca, podrían traer un efecto nefasto para las ambiciones de Biden y su partido.
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