La reciente declaración de la tregua y las medidas para permitirle a las agencias de ayuda entrar en la región sin restricciones, son ejemplos del propósito gubernamental de socorrer a la población y resolver el conflicto de manera pacífica, comentó.
Ninguna cuestión humanitaria debe estar sujeta a intereses políticos, dijo, e instó a la comunidad internacional a incrementar el apoyo y, además, presionar al Frente de Liberación Popular de Tigray para que corresponda a los esfuerzos de las autoridades federales.
Etiopía quiere paz, necesita estabilidad y su gobierno está comprometido con todos los esfuerzos del Alto Representante del Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Olusegun Obasanjo, para lograr una armonía nacional sostenible, manifestó Mufti en conferencia de prensa.
La negociación con Egipto y Sudán para establecer el funcionamiento de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) y un informe de Amnistía Internacional y Human Rights Watch acerca de presuntos delitos cometidos en Tigray, fueron otros temas tratados por el vocero.
Sobre el proceso trilateral por la GERD (siglas en inglés), explicó, Etiopía “mantiene la postura de convenir cómo explotarla por medio de la diplomacia y bajo auspicio de la Unión Africana, sin causar daños al resto de los países ribereños del Nilo”.
Respecto al reporte de Amnistía Internacional y Human Rights Watch, el gobierno etíope impugna los juicios de cuestiones políticas que consideraron necesario o dentro de sus competencias abordar y realiza un examen del asunto, como anunció una comunicación de la cancillería, subrayó.
Asimismo, Mufti informó que “más de seis mil 700 etíopes ya regresaron al país desde Arabia Saudita”, como parte de un proceso de repatriación iniciado en marzo pasado y “desarrollado hasta ahora sin ningún contratiempo”.
De acuerdo con estimaciones oficiales, unos 750 mil migrantes etíopes viven en esa nación, de los cuales al menos 450 mil no tienen documentos y están en pésimas situaciones debido a diversas circunstancias, incluidos unos 102 mil recluidos en varios centros de detención.
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