En tal sentido, explicó, que el Congreso de Estados Unidos no renunciará a sus poderes plenarios sobre Puerto Rico, mientras esta nación caribeña continúe sujeta a la cláusula territorial.
El planteamiento de Acevedo-Vilá surgió en una vista pública de la Comisión de Relaciones Federales de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, sobre el PC-5, presentado por la delegación del Partido Popular Democrático (PPD).
El objetivo de la medida es convocar al electorado a una posible Asamblea Constitucional de Estatus, la que el exmandatario favoreció para lograr un “verdadero” proceso de autodeterminación, al reconocer el fracaso de seis plebiscitos o referéndums realizados en la isla.
Nadie en Washington defiende la teoría clásica con la que yo me crié y me formé de que había un pacto bilateral que solo se podía enmendar por mutuo consentimiento; nadie defiende eso, ratificó.
Acevedo-Vilá indicó que su memorial recoge en gran medida recomendaciones como portavoz del comité ejecutivo del Frente Puertorriqueñista.
“Poner una alternativa bajo la cual hemos vivido lo que hemos vivido con la aprobación de (la ley de quiebra) Promesa, no es una alternativa de futuro”, adujo.
En su ponencia, el exgobernador apoyó el proyecto HR-2070 de las congresistas estadounidenses Nydia Velázquez y Alexandria Ocasio-Cortez, el cual propone una convención de estatus en Puerto Rico para solucionar 124 años de dominación colonial de Estados Unidos.
Esta medida ha sido motivo de discordia entre dirigentes del PPD, ya que algunos, como su presidente, senador José Luis Dalmau Santiago, que han reclamado la inclusión del ELA actual.
El sistema de gobierno establecido en 1952 en esta isla del Caribe, ocupada militarmente por Washington en 1898, consiguió que las Naciones Unidas dejaran de requerir informes anuales en 1953.
Sin embargo, Estados Unidos reconoció en 2016 que burló a la comunidad internacional cuando aseguró que Puerto Rico había alcanzado su propio estatus soberano.
Acevedo-Vilá afirmó que, luego de que el Departamento de Justicia federal cambió su teoría constitucional sobre Puerto Rico en la década de 1990, comenzó a alcanzar una “madurez política” que le permitió hacer cambios en sus posturas.
“Ya han pasado 30 años, y lo que vayamos a hacer de cara al futuro, en términos de una asociación política, tiene que partir de esa realidad”, dijo.
Sugirió que tenemos que hacer un arreglo que esté fuera de la cláusula territorial (colonial), pero que tenga los elementos de asociación digna que queremos con Estados Unidos.
En 1917, en medio de la Primera Guerra Mundial, el Congreso federal impuso a los puertorriqueños la ciudadanía estadounidense para forzarlos a servir en sus fuerzas armadas.
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