La notable disminución de los casos de Covid-19 en las dos últimas semanas permitió a esos y otros países del sudeste asiático relajar las medidas de control y prevención, apoyadas también en los crecientes niveles de vacunación.
Este martes, por ejemplo, Cambodia solo reportó dos contagiados con el SARS-CoV-2 y el Gobierno consideró llegado el momento de liberar a los ciudadanos del uso de mascarillas, si bien les aconsejó llevarlas en lugares de alta concurrencia de público o si muestran signos de infección.
Singapur, donde la tasa de vacunación supera el 93 por ciento, mantuvo el uso de esos medios de protección en sitios con alta afluencia de público, pero permitió el regreso a los puestos de trabajo y liberó a los turistas de la obligación de presentar los resultados de la prueba de detección del mal.
Tailandia hizo otro tanto respecto a la entrada al país de quienes presenten certificados de vacunación.
En Indonesia, el presidente Joko Widodo anunció que pronto serán flexibilizadas las medidas de contención de la Covid-19 y está se declarará una enfermedad endémica.
Lo mismo planea hacer Vietnam, la nación del sudeste asiático donde la situación epidemiológica es más complicada con casi 10 millones 600 mil infectados. Pero los casos y muertes bajan por días y el país se adentra en la llamada nueva normalidad.
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