Miles de feligreses acudieron al estadio de la ciudad, sede de la ceremonia oficial, pero muchos no cupieron en la instalación y utilizaron áreas aledañas para rezar, principalmente la plaza Mezkel, donde ocurrió el altercado.
Según dijo a Prensa Latina un profesional de la salud, que prefirió ocultar la identidad y concurrió a su puesto laboral en esta jornada feriada para auxiliar a varias personas lastimadas, “el incidente fue intenso, aunque duró apenas unos minutos”.
Los lesionados atendidos en el hospital no estaban muy graves, esa es la verdad, y contaron cómo varios jóvenes apedrearon algunos inmuebles, además de que un agente esparció gases lacrimógenos y hubo varias detenciones para poder controlar la situación, señaló.
Hablan de ráfagas de gases, pero me dijeron que a un policía se le escapó un disparo y otros guardias lo trasladaron del lugar, contó, citando testimonios de los heridos.
Hasta ahora, no trascendió una explicación precisa acerca de la causa del choque, pero para muchos tiene origen en recientes pugnas entre musulmanes y cristianos extremistas en Gondar, ciudad del estado de Amhara, que avivaron tensiones en todo el país. Unas pocas personas provocaron un motín y produjeron daños a propiedades, pero ya quedó restablecido el orden, aseguró la policía capitalina por medio de un comunicado, en el cual instó a los residentes en la ciudad a mantener la calma.
La disputa fue criticada en las redes sociales, en las cuales muchos etíopes lamentan que el enfrentamiento ocurriera en una fecha religiosa tan significativa y cuando la nación, desgarrada por la guerra en el norte y golpeada por una intensa sequía, necesita promover la unidad.
Asimismo, alabaron el trabajo previo de las fuerzas de seguridad, porque evitaron males mayores al registrar a los musulmanes reunidos en el estadio y congregados en los espacios contiguos, que por tanto no portaban armas.
Dentro del estadio, la festividad islámica transcurrió con total normalidad en presencia del presidente del Consejo Supremo de Asuntos Islámicos de Etiopía, el Gran Mufti Haji Omar Idris, altos funcionarios del gobierno y otras personalidades.
Hasta este momento no hay otros reportes de inestabilidad con motivo del Eid al-Fitr en la capital o el resto del país, donde, de acuerdo con recientes informes, un tercio de la población es musulmana.
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