Los etíopes deben reconocer las conspiraciones de los enemigos históricos del país, tienen que demostrar compromiso para mejorar la unidad y tener disposición de luchar contra posiciones y acciones fanáticas, declaró el Servicio de Comunicación gubernamental (GCS).
Miles de feligreses acudieron al estadio de esta capital, sede de la ceremonia musulmana, pero muchos no pudieron ingresar a la instalación por falta de espacio y utilizaron áreas aledañas para rezar, principalmente la plaza Mezkel, donde ocurrió el altercado.
De acuerdo con diferentes testimonios, jóvenes apedrearon algunos inmuebles y gritaron disímiles consignas, un agente esparció gases lacrimógenos, hubo lesionados y varias personas fueron detenidas.
Hasta ahora, no trascendió una explicación precisa acerca del suceso, aunque para muchos tiene origen en recientes pugnas entre musulmanes y cristianos extremistas en Gondar, ciudad del estado de Amhara.
Según la declaración del GCS (siglas en inglés), el enfrentamiento es consecuencia de un “complot promovido por los enemigos históricos del país y sus cómplices”.
“La conspiración de fuerzas hostiles, en colaboración con traidores internos empeñados en desestabilizar Etiopía nunca tendrán éxito”, subraya el comunicado.
Asegura el texto que “el extremismo religioso y la división entre regiones son instrumentos utilizados para desestabilizar y destruir el país”.
Tales fuerzas, señala, “trabajan arduamente con el objetivo de frustrar los esfuerzos para garantizar paz y estabilidad duraderas, porque quieren crear división, desunión e inestabilidad”.
La comunicación alude a la violencia en Gondar y denuncia que “sus promotores han intentado provocar conflictos similares en Werabe, ciudad de la zona de Silte, en la Región de las Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur, y otra áreas”.
Ahora trataron de desequilibrar Addis Abeba, pero gracias a los fieles musulmanes amantes de la paz y al trabajo de las fuerzas de seguridad, se frustró la conspiración, salvo heridas leves sufridas por algunos agentes y daños a propiedades, afirma.
Será reforzado el enfrentamiento en todas partes del territorio contra extremistas y fuerzas contrarias a la paz bajo el pretexto de la religión u otro medio, advierte el texto divulgado en los medios de comunicación.
Continuará, apunta, el fortalecimiento del estado de derecho, manteniendo la seguridad de los ciudadanos y combatiendo contra quienes intentan crear disturbios, intencionadamente o sin saberlo.
Es total, asevera, el apego de las autoridades federales al orden constitucional y tienen el incondicional compromiso y la gran capacidad de garantizar la supremacía de las leyes.
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