La organización, además de realizar continuas operaciones de desestabilización y provocar el conflicto armado en Tigray, no corresponde a las diversas medidas adoptadas por las autoridades para llevar la paz a la región, comentó el ministro de Estado, Redwan Hussein.
Por si eso no bastara, emprendió aventuras militares en los estados de Afar y Amhara, donde causó una destrucción indescriptible de propiedades y destrozó numerosas familias, dijo durante un encuentro con la encargada de Negocios de Estados Unidos en Etiopía, Tracey Jacobson.
También explicó “los esfuerzos del gobierno para auxiliar a los damnificados por la hostilidad del TPLF (siglas en inglés) y facilitar el acceso de las organizaciones humanitarias al estado”, de acuerdo con una comunicación oficial.
Acerca de las presuntas violaciones de los derechos humanos en Tigray, aseguró que “los órganos pertinentes realizaron varias investigaciones, incluida una conjunta con la Organización de las Naciones Unidas, y actuarán en correspondencia con los resultados”.
La comunidad internacional subestimaba tanto las investigaciones dirigidas por las entidades federales, como las conjuntas, mientras restaba importancia a las atrocidades cometidas por el grupo en Afar y Amhara, señaló.
Todos los organismos internacionales y las naciones del mundo deberían exhortar al Frente a abandonar las áreas que invadió en esos dos estados, subrayó, y manifestó que Etiopía está dispuesta a trabajar en estrecha colaboración con organismos imparciales para lograr la paz.
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