El fin de la guerra en Centroamérica y en particular el conflicto entre el ejército sandinista y los grupos de la contra apoyados por gobiernos externos, dejó libre el camino al narcotráfico y el crimen organizado en la nación más extensa de la región.
“Mientras en la década de 1980 el crimen organizado ya está asentado en el norte centroamericano, en Nicaragua comienza a tener expresiones visibles al menos una década después”, explicó uno de los fundadores de la Policía Nacional y exsubdirector, Francisco Bautista.
Para Bautista en el decenio de 1990 existió otro fenómeno estrechamente vinculado al narcotráfico que, si bien en Nicaragua no tuvo grandes connotaciones, marcó a países del norte de Centroamérica.
“Aparecen las pandillas y eso se remonta a un proceso irresponsable y peligroso de extradición masiva de personas procedentes de Estados Unidos que son enviadas principalmente a Guatemala, Honduras y El Salvador”, comentó en diálogo con Escáner.
A pesar de que los volúmenes de personas extraditadas desde Estados Unidos para Nicaragua eran insignificantes comparados con el de los países vecinos, para finales de la década del 90 aquí surgen las pandillas, pero no logran incrementarse.
Entonces, apuntó, por un lado tenemos el fenómeno de las pandillas y por otro el crimen organizado o narcotráfico que comienza aumentar porque crece la demanda de droga en el norte.
ESTRATEGIA VS. RUTA AL NORTE
Según estudios, con la presencia de los gobiernos neoliberales en Nicaragua que se extendieron hasta el 2006, la situación económica, política y social era muy compleja.
En los gobiernos neoliberales de Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), Arnoldo Alemán (1997-2002) y Enrique Bolaños (2002-2007), el nivel de delincuencia era muy grande, señaló el comunicador nicaragüense Eliezer Mora.
Tras el regreso al poder de la Revolución Sandinista con la victoria electoral de 2006, el país de lagos y volcanes comienza a vivir un nuevo proceso de cambio.
Fenómenos como el narcotráfico, crimen organizado, contrabando y otros delitos conexos estaban presentes en la nación centroamericana desde hacía 16 años, por tanto, era necesario eliminar ese flagelo como tránsito en la ruta hacia el norte.
De acuerdo con Bautista el narcotráfico tiene una fuente importante de producción en el sur y cuenta con la principal fuente de consumo en Estados Unidos.
Por tanto, Centroamérica y el Caribe son rutas obligatorias de paso ya sea por el aire, mar o tierra, argumentó el también escritor nicaragüense.
¿Qué hacer desde el gobierno para evitar que la droga que intentan pasar no se quede en el país? La puesta en marcha de la estrategia “Muro de Contención” da respuesta a la interrogante.
Es una iniciativa integral y no limitada a la acción policial o a la militar y penal, es decir, una acción social completa, explicó el intelectual nica.
Según el Ejército Nacional, la estrategia permite que en Nicaragua no exista presencia de cárteles del narcotráfico, estructuras del crimen organizado, maras o pandillas, pistas clandestinas, así como laboratorios para la fabricación de estupefacientes, lo cual evita el bodegaje de la droga.
En opinión de Bautista aquí concurren dos factores, el primero está relacionado con la organización y funcionamiento de la sociedad nicaragüense, lo cual genera ciertas capacidades de defensa social. Y el segundo, se encuentra vinculado con la institucionalidad policial, de defensa, las cuales también crean capacidades operativas eficaces.
Datos oficiales afirman que entre 2016 y 2020, las operaciones conjuntas del Ejército y la Policía Nacional incautaron al narcotráfico un promedio de más de 10 mil 883 kilogramos de cocaína y más de dos mil 98 de marihuana.
De igual modo, en ese periodo las operaciones militares y policiales decomisaron a los narcotraficantes tres medios de transporte aéreo, 85 navales y 26 terrestres, y más de siete millones 841 mil dólares.
RUTA OBLIGATORIA
El corredor de Centroamérica que utilizan los narcos para transportar la droga con destino final Estados Unidos, se incrementa cada vez con nuevas vías a través del aire, mar y tierra; de ahí que sea una ruta obligatoria para el tráfico de estupefacientes.
Así lo corroboran los últimos mapas difundidos por las autoridades vinculadas al control del narcotráfico y el crimen organizado, los que demuestran un incremento del referido delito por la vía terrestre en 2020.
De acuerdo con expertos los narcotraficantes se adaptan a las circunstancias, por tanto, las maneras de violentar las leyes de los países en la ruta se modifican de acuerdo con las condiciones del momento.
Sobre este asunto, Francisco Bautista detalló como una característica del pasado el gran volumen de drogas para transportar, mientras ahora el tráfico se hace en pequeñas cantidades.
Ahora el modus operandi es trasladar unidades de 200, 300 y 500 kilos máximo por aire o por tierra, de modo que el volumen resulta más pequeño pero los viajes son más frecuentes, precisó el exjefe policial.
Datos de la policía y el ejército nicaragüense apuntan que una de las zonas más utilizadas por los narcotraficantes es la Costa Caribe, debido a su ubicación geográfica, abundantes áreas boscosas y poca población.
De igual modo utilizan las áreas del Pacífico, pero con menos frecuencia, afirman las autoridades.
Según reportes policiales para tratar de burlar los controles antidrogas a su paso por Nicaragua vía terrestre, los narcotraficantes esconden la droga, la mayoría de las veces cocaína, en las llantas de repuesto de las camionetas o camiones, así como en el chasis de los furgones, entre otros escondites.
DE DINERO Y OTROS DEMONIOS
Erradicar el tráfico de drogas con rumbo a Estados Unidos constituye un tema de interés para las autoridades nicaragüenses, no obstante, el control de traslado de dinero ilegal hacia el sur es otro asunto que no dejan de la mano.
En consecuencia, en el 2012 fue decomisada la mayor suma de dinero ilegal en la historia del país. Una banda de 18 supuestos periodistas de la cadena mexicana Televisa fueron capturados con 9,2 millones de dólares en la frontera con Costa Rica.
El hecho se conoce como Caso Televisa, y los responsables fueron condenados por lavado de dinero y otros delitos conexos.
POLICIA Y SOCIEDAD
Si bien es cierto que las capacidades operativas de las instituciones afines logran contener el tráfico de estupefacientes en Nicaragua, los entrevistados por Escáner aseguran que la sociedad en su conjunto juega un papel preponderante en este asunto.
Ese es el criterio de la policía comunitaria, de la seguridad construida comunitariamente, los ciudadanos como sujetos activos con derechos y obligaciones, con capacidad de interactuar en la consecución de su propia seguridad, aseveró Bautista.
En esa línea, puntualizó, no se trata de ver al Estado como un prestador de seguridad, como un ente que crea leyes, mecanismos e impone una norma, un comportamiento seguro, sino es ver la sociedad involucrada.
“La ciudadanía de Nicaragua está satisfecha con el trabajo que se hace para impedir la entrada de droga. Y eso es el resultado hoy de la tranquilidad que vivimos”, expuso por su parte Eliezer Mora.
El también director del programa televisivo Temas y Debates del canal 23, aludió a la seguridad del país como algo único en Centroamérica debido, aseguró, a la labor acertada de la estrategia que implementó el gobierno.
“Usted se puede sentar en el lugar que desee a tomar un café, o cualquier otra bebida o simplemente a conversar sin el miedo de que pueda pasar alguien en una moto y pegarte un balazo. Eso no sucede en Nicaragua”, argumentó.
De ahí que la tierra de Sandino posea la tasa de homicidio más baja de toda la región, 3,5 por cada 100 mil habitantes al cierre de 2020.
Al respecto, Bautista relató cómo en los barrios de Nicaragua, cuando las personas ven algo fuera de la legalidad le informan a la policía y esta actúa.
Pero si la sociedad no se involucra en esa observación, en esa construcción de su seguridad, no se resuelve ningún problema, señaló Bautista, segundo al mando de la policía al momento de su retiro.
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