Este indicador demográfico corresponde al promedio de hijos que tienen las mujeres en edad reproductiva (15 a 49 años), precisó el organismo.
De acuerdo con el Informe Anual de Estadísticas Vitales también disminuyó el número de nacimientos que fue de 811 mil 604, el más bajo de la historia (29 mil 231 menos que en el periodo fiscal anterior).
Desde mediados de la década del noventa las mujeres japonesas tienden a tener un único hijo durante toda su vida, cuando la tasa de fecundidad debería superar el 2,07 para asegurar el reemplazo generacional.
Influye además que en Japón la mayoría de los niños nacen dentro del matrimonio y estos lazos legales-afectivos (501 mil 116) disminuyeron en un 4,64 por ciento, aunque también lo hicieron los divorcios (184 mil 386).
A juicio de expertos locales, una mirada multicausal al fenómeno muestra un creciente empoderamiento femenino en el ámbito laboral, donde los embarazos suelen ser concebidos como un freno a la productividad.
Asimismo, influyen las largas listas de espera para acceder a las guarderías, tensión financiera a largo plazo durante la crianza de los menores e infelicidad conyugal tras la llegada de su descendencia.
Por otro lado, los decesos (un millón 439 mil 809) superaron en 67 mil 54 a los de 2020. Así el desbalance entre nuevas vidas y muertes fue el peor desde la Segunda Guerra Mundial e implicó una disminución interanual de 628 mil 205 personas.
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