El CSS es la junta militar que gobierna Sudán desde la deposición del expresidente Omar al Bachir en abril de 2019 a pesar de las críticas de partidos políticos y sectores sociales que demandan el retorno de los militares a los cuarteles.
A fines de la semana pasada el mando castrense sudanés describió el incidente como “un acto cobarde” y anunció venganza; la cancillería llamó a consultas a su embajador en Addis Abeba, convocó al embajador etíope para presentarle una protesta y anunció que presentará el caso ante la ONU.
De su lado, el Ministerio del Exterior etíope calificó el hecho de “trágico incidente” y divulgó una versión según la cual los militares sudaneses cruzaron la frontera con su país con el apoyo de rebeldes de la región de Tigray lo que provocó la muerte de los soldados de Jartum.
Las relaciones entre ambos países del este africano atraviesan un período borrascoso por las críticas sudanesas al comienzo de las operaciones de la Gran Represa Renacimiento con la que Etiopía busca abastecerse de electricidad y exportar el remanente.
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