La representación de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) en el Centro Conjunto para el Control y la Coordinación del alto el fuego, confirmó mediante la red social Telegram que tras el ataque se desconoce el destino de cuatro personas.
Todas las víctimas, precisaron las autoridades de la RPD, son voluntarios que se encontraban en la localidad atacada con una misión humanitaria para ayudar a la población.
«La representación de la RPD (…) expresa sus profundas condolencias a familiares y amigos de los fallecidos y desea rápida recuperación a los heridos», escribió.
Rusia denunció recientemente las aspiraciones del Gobierno de Estados Unidos de prolongar el conflicto en Ucrania, tras la autorización de un nuevo paquete de ayuda militar por valor de 400 millones de dólares para Kiev, el cual contempla el suministro de cuatro lanzacohetes múltiples Himars (sistema de cohetes de artillería de alta movilidad, por sus siglas en inglés).
En ese sentido, el jefe de la representación de la RPD en el Centro Conjunto de Control y Coordinación del alto el fuego, Ruslán Yakúbov, aseguró que dicho armamento se utiliza para «atacar zonas residenciales de las ciudades de la república».
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar especial en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En undiscurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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