El Estado mayor conjunto movilizó durante cuatro días 30 aeronaves, incluidas los F-35A con capacidad para evadir radares, con el pretexto de preparar su defensa aérea ante una presunta amenaza inminente desde la República Popular Democrática de Corea (RPDC), de acuerdo con Yonhap.
La llegada a surcorea de los cazas de quinta generación a inicios del mes de julio en cumplimiento de un convenio entre ambos países, acrecentaron las preocupaciones de la expansión de la carrera armamentista por Washington en la región Asia-Pacífico con el apoyo de la administración de Yoon Suk-yeol.
En aquel momento el Ministerio de Defensa local confirmó la intención de la alianza entre surcorea y Estados Unidos de demostrar fuerza e intimidar a la RPDC con las prácticas militares combinadas.
Asimismo, las abiertas amenazas contra China desde la Casa Blanca y la Organización del Tratado del Atlántico Norte suponen que las maniobras también estaban dirigidas a enviar un mensaje a Beijing de amedrentamiento.
Dde acuerdo con analistas, el nuevo despliegue corrobora las inquietudes sobre la escalada de tensiones en la península coreana y un posible desenlace hacia un conflicto de proporciones incalculables atizado por Washington y con el respaldo de Seúl.
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