“Tomaremos todas las medidas posibles para garantizar la capacidad máxima del suministro eléctrico este invierno, incluida la reanudación del funcionamiento de las plantas atómicas de forma segura”, expresó el titular de la cartera en conferencia de prensa.
Cinco de las unidades nucleares previstas están listas para reiniciar su funcionamiento, mientras las cuatro restantes casi concluyen el proceso de inspecciones periódicas, precisó Hagiuda.
El Gran Terremoto y Tsunami del Este de Japón (2011) devino un duro golpe para la autosuficiencia energética del país asiático, debido al colapso de la central nuclear de Fukushima I y la paralización de otros reactores en el país.
Hasta ese momento, la energía atómica representaba cerca del 30 por ciento de la matriz eléctrica nacional.
Tras el desastre y dados los escasos recursos energéticos propios, los japoneses aumentaron significativamente la importación de petróleo y gas natural licuado para suplir la demanda interna por parte de la industria, el transporte y el sector domiciliar.
Para males mayores, el pasado mes de marzo un fuerte sismo provocó daños en algunas plantas térmicas niponas, lo cual puso en crisis la oferta de electricidad en la urbe capitalina.
En lo que va de año y por primera vez desde 2015, el gobierno realizó varios llamados al ahorro para evitar apagones en Tokio y otras prefecturas aledañas.
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