Con un mensaje extendido a propósito de la solemnidad, Ahmed instó “a todos los etíopes a disipar las tribulaciones derivadas del pasado y estar preparados para construir un futuro brillante”.
“Hemos pasado por situaciones difíciles. Nuestros enemigos presionan en un intento de oscurecer nuestro viaje y debilitar nuestros pasos. No han dejado piedra sin remover para exacerbar nuestros problemas”, afirmó.
Pese a los pensamientos malignos sobre el futuro del país, comentó, “Etiopía pudo registrar logros alentadores en varios aspectos, incluida la economía, la mitigación de la desertificación, el llenado de la Gran Presa del Renacimiento y la generación de electricidad”.
Dijo, además, que las batallas contra quienes amenazan la paz y soberanía, tienen el objetivo de cumplir la responsabilidad histórica del Gobierno de proteger los intereses nacionales.
Podemos superar los desafíos con trabajo arduo, señaló, y agregó que “el país garantizará sus intereses, por un lado, y traerá una solución duradera a los problemas, por el otro”.
Ahmed también expresó sus mejores deseos a los etíopes con motivo de la fiesta, celebrada cada 27 de septiembre (28 en años bisiestos) entre los cristianos, para conmemorar el descubrimiento de la Verdadera Santa Cruz de Cristo.
Mensajes similares publicaron la alcaldesa de Addis Abeba (Adanech Abebe), los jefes de gobiernos en los estados regionales de Oromía (Shimels Abdisa), Amhara (Yalkal Kefale) y Gambella (Umod Ujulu), además de líderes comunitarios y religiosos.
La festividad comienza hoy con la ceremonia Demera, que consiste en erigir una pira en la capitalina plaza Meskel, donde sacerdotes recitarán plegarias y danzarán hasta que el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Tewahedo la encienda, cerca de la puesta del sol.
Ambas, Demera y Meskel, se realizan en todo el país, aunque tienen mayor trascendencia las de Addis Abeba y Axum, ciudad del estado Tigray considerada capital de la Iglesia Ortodoxa Etíope.
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