Muchas de las instalaciones de Raya Kobo, y también las de Kobo City, fueron saqueadas, reducidas a cenizas y destruidas por agresiones de fuerzas de Tigray, declaró el jefe del Departamento de Salud, Feleku Mekonnen.
Nueve centros de atención y clínicas que brindaban servicios a la comunidad, incluido el hospital de la ciudad, fueron completamente arruinados por el grupo, agregó.
Comentó, asimismo, que “en áreas invadidas, el TPLF (siglas en inglés) cometió innumerables atrocidades contra civiles, incluidas violaciones, torturas y asesinatos de niños y mujeres”.
La denuncia, divulgada por varios medios de la región, trasciende justo cuando el Servicio de Comunicación gubernamental reveló, en un comunicado, que la Unión Africana invitó oficialmente a iniciar negociaciones por la paz en Etiopía.
El texto señala que la convocatoria es consistente con las posiciones del gobierno etíope y subraya la posición de realizar las conversaciones “únicamente bajo los auspicios del organismo africano y sin condiciones de ninguna índole”.
Desde noviembre de 2020, el ejército federal y el Frente de Tigray sostienen un enfrentamiento armado en el norte del país, con un enorme saldo de muertos, desplazados y destrozos materiales.
Las autoridades federales realizan constantes esfuerzos para detener la conflagración, pero la criminalidad del grupo las malogra, de acuerdo con reiteradas declaraciones oficiales.
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